El Mundo Maya México está lleno de tradiciones que perduran y están latentes en nuestros días, que conforman nuestra herencia viva y mantienen la esencia de una cultura única como es la cultura maya.
Para contarte este ritual nos ubicamos en Campeche, en la península del Yucatán. Concretamente en Pomuch, un pequeño pueblo de poco más de 8.000 habitantes perteneciente al municipio de Hecelchakán situado en el norte del estado.
Como en el resto del mundo maya mexicano el Día de Muertos aquí se conoce como Hanal Pixán, si te interesa saber más te invitamos a leer sobre esta tradición maya.
Pero la muerte en Pomuch es todavía más cercana que en el resto del país. En este rinconcito campechano para esta festividad cuentan con una tradición más, reconocida Patrimonio Cultural del estado de Campeche desde el año 2017, la limpieza de los Santos Restos.
La limpieza de los santos restos
Después de pasados como mínimo tres años del deceso de las personas se realiza la primera limpieza de huesos. El proceso de la limpia es muy cuidadoso, se utilizan brochas para retirar el polvo de los huesos y se depositan en cajitas de madera adornadas con un mantelito blanco previamente bordado o pintado con flores coloridas.
La limpia de huesos o Choo Ba’ak es una tradición cuyo registro histórico se extiende por más de 150 años y que da inicio cada año alrededor del 25 de octubre y concluye el 30, pues el 31 las familias se dedican a colocar preciosos altares en el interior y exterior de sus casas, a la preparación de pibipollo y otras tradiciones del Hanal Pixán.
Se arreglan los nichos, se pintan de colores vivos, se ponen flores y se prenden velas para iluminar el camino a casa de los que se nos adelantaron.
El cementerio de Pomuch
Esta tradición, única en el país, hace que el cementerio de Pomuch no sea algo oscuro, sino un lugar de luz y color, donde la vida y la muerte se abrazan y en el que en cada rincón se siente el amor, respeto y cuidado hacia aquellos que, según los mayas, hace tiempo no murieron sino que emprendieron su gran viaje hacia el inframundo.
En Pomuch no se adora a la muerte, se conmemora a los difuntos, a los ancestros y se les se da el valor que merecen. Por eso una de las mejores temporadas para ir es precisamente es en estos días.
¡Aventúrate a conocer y sentir la magia que existe alrededor de esta peculiar tradición! Y ten una experiencia única, recordando a los que ya no están.